Historia del Palacio Vergara

Historia

Este palacio fue habitado por su propietaria Blanca Vergara Álvarez de Errázuriz, hija del fundador de Viña del Mar, Don José Francisco Vergara Etchevers. Doña Blanca se casó con el señor Guillermo Errázuriz, siendo madre de cinco hijos: Hugo, Guillermo, Blanca, Manuela y Amalia.

Doña Blanca Vergara acostumbraba a reunir en su mansión, lo más granado de la sociedad de esa época y es así como fueron sus huéspedes, el infante Francisco de Barbiera y Borbón, principe de España; el filósofo indú Krishnamurti, entre otros.

En el primer piso del Palacio se encontraban ubicados los salones en donde hoy funciona el Museo. En el piso superior, las habitaciones, que hoy albergan al Conservatorio y algunos talleres de la Escuela de Bellas Artes.

La mayor parte del mobiliario fue adquirido en Europa y del cual aún es posible apreciar estilos RococóMaría AntonietaLuis XVIImperio etc.

La última persona que habitó el palacio fue doña Amalia Errázuriz Vergara, quien falleció poco tiempo después que el Parque y el Palacio pasaran a ser propiedad de la Municipalidad; ella entonces habitó en una casa adyacente a la Quinta Vergara, también patrimonio de la Familia.

La antigua Casona, antes del terremoto. ver más imágenes.

El 16 de Agosto de 1906, nuestro país fue asolado por un terrible movimiento telúrico el cual marcó la historia de todas las ciudades de Chile, provocando imponentes cambios en los diferentes ámbitos. Así es como en Viña del Mar provocó un cambio radical en su población y construcción.

La Casona después del terremoto. ver más imágenes.

Entonces, doña Blanca Vergara de Errázuriz, dueña de la hacienda heredada por sus padres (construida en el año 1840), ante el desastroso estado de su hacienda, fruto de dicho terremoto, decide hecharla abajo, por ello, encomienda la construcción del actual Palacio Vergara al arquitecto italiano Ettore Petri Santini, quien diseñó además otras imponentes mansiones criollas de la ciudad, entre ellas el Club de Viña del Mar.

Este Palacio de estilo Veneciano, antes de convertirse en el actual Museo de Bellas Artes, fue habitado por Blanca Errázuriz Vergara, hija del matrimonio; siendo la última representante de la Familia Vergara, ella, recluída en una de sus piezas y bajo una profunda soledad (fruto de las desgracias que recayeron sobre la familia), ingirió un frasco de pastillas que la llevó directo a la tumba, dejando una impotente residencia llena de recuerdos de un pasado esplendor, lugar por el cual había pasado toda su familia.

A este deceso, le siguió un gran remate celebrado en el Palacio, a este asistieron una gran cantidad de curiosos que llenaron los espacios del Palacio, observando hasta el último rincón visible. Así fue como aquel eterno día dejó atrás un pasado lleno de recuerdos, al adjudicar una infinidad de objetos que alhajaban las diferentes dependencias del Palacio.

La Quinta Vergara, además de poseer en su interior al Palacio Vergara, posee preciosos prados y jardines que lo rodean con una infinidad de especies, fruto del eterno esfuerzo, dedicación y amor por la vida vegetal, de varias generaciones de la Familia Vergara, quienes centraron su poderío en estas tierras favoreciendo infinitamente a nuestra ciudad.

 

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